jueves, 1 de marzo de 2012

Un llamado a la confianza y al pensamiento estratégico.

Es apenas obvio que la "oferta" de Santos (mi pobrecito presidente, tan preocupado porque los estudiantes pierdan el semestre) busca bajarle los bríos al movimiento estudiantil, bajar la marea de la discusión sobre la reforma a la ley 30 y darle un tiempo al gobierno para mejor desinformar y clavarnos la reforma cuando menos lo pensemos. Por otro lado  esta especie de tregua que pide el gobierno es sin duda una muestra de que el actual movimiento estudiantil ha logrado poner al presidente en una situación incómoda frente a la opinión pública, que es uno de los movimientos estudiantiles más grandes y exitosos de ésta década y que ha conquistado el apoyo popular.

La jugada de Santos es sin lugar a dudas inteligente, lo pone frente a la opinión pública como un jefe de estado magnánimo que escucha, que quiere negociar y que está abierto a la construcción democrática; pone la decisión de terminar clases (razón vacua que esgrime para su reversazo para no asumir que le dió culillo que se pudiera crear un paro cívico nacional con condiciones de ingobernabilidad) en manos de los estudiantes botándoles esa papa caliente, y da pie para que el movimiento nacional se enfríe.  Pone a los estudiantes en una posición incómoda frente a la opinión pública.

En los medios de comunicación se  dijo, y fue ese el discurso permanente, que los estudiantes bajaban el paro si el gobierno quitaba la ley del congreso, y para la opinión pública eso fue lo que propuso el presidente.Frente a esta situación hay que pensar y equilibrar muy bien lo que se leerá hacia afuera de la universidad de mantener o bajar el paro, y las consecuencias que esta decisión puede acarrear entre el estudiantado.

Lo primero que ya creó el anuncio de mi querido presidente es cierta tendencia a la polarización y al encontrón de opiniones entre los mismos estudiantes. Eso era seguramente lo que buscaba siguiendo el viejo precepto de divide y reinarás, debemos impedirlo.

Creo que la decisión  de mantener el paro indefinido provocaría una resquebrajadura por el centro mismo del movimiento estudiatil, es posible incluso que los enfrentamientos entre gente bloqueando y gente que considera que es mejor entrar a clase llegaran a los niveles lamentables que conocemos. Cualquier noticia en este sentido sera una victoria para Santos que no podemos permitírsela. Además frente a la opinión pública los estudiantes quedarían como los radicalizados y el gobierno como el más democrático de todos los existentes en el mundo.

El gobierno apretaría el acelerador para firmar la reforma lo antes posible, lo cual no implica para nada que esto vaya a durar poco pasando por el congreso, lo que es seguro es que llegara por lo menos el 15 de diciembre, fecha en la cual de persistir el paro indefinido habrán cerrado  con la fuerza de las armas estatales las universidades públicas.

Este paro ha sido multitudinario y tiene que serlo aún más, pero es claro que una cosa es la gente que sale a la calle y otra muy distinta las que se mueven organizando al interior de la U, el desgaste que se da dentro de estas dinámicas de organización se agrava si  además está mediado por discusiones  y enfrentamientos dentro de los mismos estudiantes.
 Un paro así no se sostiene, se desgasta si es impuesto y no apoyado por la mayoría. En este momento el movimiento es fuerte, se siente victorioso y es creativo, eso hay que aprovecharlo, pero si el paro continua en medio de la polarización de la comunidad universitaria se terminará desmoronando, el recuerdo será de fracaso y no de victoria. Hay que confiar en las potencialidades de este movimiento estudiantil.

Por otro lado el movimiento no se puede bajar del paro sin un mínimo de garantías:

1. Que va a haber escenarios de diálogo y concertación para la construcción de una nueva reforma.
2.Que la reforma realmente es retirada del congreso.
3. Que los profesores no pondrán trabajo como para suicidarse sin dejar espacio para las actividades políticas y de información que deben seguirse realizando.

Yo creo que este movimiento es lo suficientemente grande y maduro como para poder mantenerse con el peso de las convicciones, es decir creo que la figura de paro indefinido no es necesaria para mantener el movimiento, pero que si hay que ser cuidadosos manteniéndolo vivo tanto con salidas a la calle (tanto en marchas como en jornadas performáticas de 30 o 40 estudiantes) como con la construcción conjunta de una propuesta de reforma que sea muy bien publicitada frente  a la opinión pública.

Me parece entonces que la MANE debe pensarse esta coyuntura estratégicamente, promover el regreso a las aulas pero, por esta semana, para discutir como sería una propuesta de ley desde los estudiantes,  y para organizarse de una nueva manera que permita terminar el semestre sin detener la movilización.  Al mismo tiempo debe dejar claro frente a los medios que esta es una etapa de transición esperando a q el proyecto sea realmente removido del congreso. Debe ser esta una semana donde el movimiento se reencuetre en las aulas, se repiense y se reorganice haciendo la autoreflexión y la auto evaluación, y para llenarse de nuevos contenidos con la ayuda de los profesores.

Ojo que no estoy diciendo que se debe acabar la movilización, todo lo contrario, estoy diciendo que debemos pensar cómo podemos ser más eficientes y que nuevas estrategias podemos tomar. Estoy planteando tomar un respiro para planear nuestra estrategia. Si efectivamente el gobierno garantiza los espacios y la propuesta es sacada del congreso podemos terminar el semestre sin detener la labor pedagogica que se está haciendo y comprometiendo a los profesores a construir propuestas desde su área de saber para llenar de contenido una propuesta de reforma que salga de los estudiantes y que pueda ser llevada a la calle.

Si el gobierno no cumple su palabra y no garantiza los espacios democráticos y decisorios de discusión bien podemos volver a paro con renovado ímpetu y con el apoyo popular que puede peligrar si se toma en este momento una decisión radical.

Que no pare el movimiento, que se siga moviendo desde las áulas, con los profesores y estudiantes construyendo nuevas maneas de protesta y de pedagogía en la calle. Lo podemos hacer. Esto es un llamado a la esperanza.

Este documento es resultado de múltiples conversaciones con estudiantes de distintas carreras y universidades de Bogotá. Espero sea un buen insumo para la discusión.

Ylsen Pletórico

http://www.facebook.com/notes/ylsen-plet%C3%B3rico/un-llamado-a-la-confianza-y-al-pensamiento-estrat%C3%A9gico/317462384934528

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